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ACTUALIDAD Y PERIODISMO DE COLOMBIA

Humberto Coronel Noguera | EL ESPECTADOR

En los últimos seis años, el incremento del pie de fuerza pública ha sido una de las características más notorias del mandato del presidente Álvaro Uribe: según reporta el Ministerio de Defensa, mientras en 2002 los integrantes de las Fuerzas Armadas eran 307.703, en julio de 2008, la cifra fue de 424.873. Un aumento del 28% cuyo objetivo principal, como estaba consignado desde el programa de gobierno de Uribe Vélez, era conseguir la derrota de las guerrillas. El crecimiento implicó también la profesionalización de las tropas, mejoras en las comunicaciones y fortalecimiento de la aviación.

No obstante, las Farc, aunque con grandes limitaciones, se adaptaron rápidamente a las nuevas condiciones de combate. Al menos esa es una de las conclusiones de ‘¿El fin del fin? Crecimiento militar y re-acomodamiento subversivo’, el más reciente informe de la Corporación Nuevo Arco Iris, conocido por El Espectador, en el que se afirma que si bien las Farc, desde el inicio de la política de seguridad democrática han perdido hombres, mandos medios, comunicaciones, vías de abastecimiento y han sido desplazadas a sus zonas de retaguardia; éstas han hecho modificaciones en su interior para lograr hacer frente a la arremetida militar que afrontan.

Según Ariel Ávila, coordinador del Observatorio de Conflicto Armado de la Corporación Arco Iris, cada frente cuenta, en promedio, con 130 integrantes. Un número de fuerza con grandes posibilidades de hacer daño, si a éste se les suman la existencia de 26 columnas móviles como la Jacobo Arenas, Teófilo Forero, Jacobo Prias Alape, Mariscal Sucre y Daniel Aldana; 23 compañías móviles y el bloque móvil Arturo Ruiz. Sin embargo, resultados como la neutralización del 40% de las estructuras urbanas de la Farc demuestran que la Fuerza Pública también ha contrarrestado estas cifras.

Camilo Gómez Alzate, ex comisionado de paz durante el gobierno de Andrés Pastrana, considera que las Farc están en un proceso decreciente desde el año 2000, cuando el fortalecimiento de las Fuerzas Militares empezó a notarse y trajo consigo un retroceso de esta organización guerrillera.

Con la política de Seguridad Democrática supuestamente se han reinsertado a la vida civil cerca de 6.000 guerrilleros con unos costos altísimos, pero igualmente han desertado más de 2.600 miembros de la fuerza pública y se han denunciado 1.841 por homicidio. 16.455 procesos cursan en la justicia penal militar.

“Los delitos que más cometen son deserción con 2.576 casos, y homicidio con 1.841, según balance entregado ayer, a propósito de la celebración de los 60 años de la declaratoria de los DD.HH. Del total de los procesos, 8.515 están en estado preliminar, este año esa jurisdicción ha proferido 866 condenas”

CONCLUSIÒN

En nuestra opinión los puntos estratégicos del programa de Gobierno del Presidente Uribe no ha tenido éxito, al contrario, se ha utilizado la política de Seguridad Democrática para favorecer actores violentos y permitir la permanencia de estos que justifiquen la política de reelección presidencial al igual que hechos que la sociedad Colombiana repudia.

Hechos relevantes como la infiltración del Narcoparamilitarismo y la corrupción en el Estado son vergonzosos: Investigaciones de Altos funcionarios del Estado, Ministros, Parlamentarios, Ex gobernadores, ex alcaldes, Empresas nacionales y Multinacionales, etc.

Las intromisiones indebidas del Presidente de la Repùblica en los ámbitos de acción de una de las instancias judiciales más importantes, como lo es la Corte Suprema de Justicia y las investigaciones de la parapolítica, ponen en cuestión la vigencia de este principio que se configura como uno de los fundamentos esenciales del Estado Social y Democrático de Derecho. Esta independencia entre las distintas ramas del poder público, consagrada en la Constitución Política es presupuesto básico para la defensa de los derechos de los ciudadanos y ciudadanas, independencia que el Presidente a vulnerado reiteradamente y ahora los Jueces y Magistrados, en sus decisiones ya no tendrán como referente principal la Constitución y la ley, sino que además, deben escuchar las opiniones que el Presidente dicte para sus fallos.

* Escándalos (Yidis política, Sabas, Londoño, Director del DAS, Los 70 parlamentarios investigados por la parapolítica….visitas a Palacio, enfrentamiento del Presidente con la Corte Suprema de Justicia, infiltraciones, la visita de la Corte Penal Internacional, la captura de Rito Alejo del Río por presuntos nexos con AUC; La Renuncia del embajador de Colombia en Repùblica Dominicana, Juan José Chaux….Y AHORA QUE VERGÜENZA! Investigado el hermano el del Ministro del Interior de Colombia, por ser agente, socio del Narcotráfico y el paramilitarismo a lado de otros funcionarios de la Justicia y de la Fuerza Pública, Generales de la Policía Cali y Medellín )

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